La Demencia

La demencia no es una enfermedad, sino que es un término para describir un conjunto de síntomas relacionados con la alteración de la memoria, el pensamiento, las relaciones sociales, etc. y que interfieren en la vida diaria de muchos adultos mayores.

Debido al envejecimiento de la población, se estima que los casos de demencia aumentarán en las próximas décadas, por lo que es importante realizar un diagnóstico precoz para poder manejarla y para aplicar el tratamiento adecuado lo antes posible.

Los síntomas de la demencia son los siguientes:

  • Pérdida de memoria, atención y comunicación.
  • Confusión y desorientación, como olvidarse del nombre de un familiar o amigo cercano
  • Cambios de personalidad y comportamiento inadecuado
  • Dificultad con las habilidades visuales y espaciales, como perderse en un vecindario conocido.
  • Dificultad para razonar o para resolver problemas
  • Dificultad para planificar, organizar y realizar tareas complejas
  • Dificultad con la coordinación y las funciones motoras
  • Depresión y ansiedad

Factores de Riesgo de sufrir Demencia

  • Edad: Es el mayor factor de riesgo de la demencia, ya que la mayoría de los casos afecta a mayores de 65 años.
  • Antecedentes familiares: Si los padres o hermanos han sufrido demencia, la persona tiene más posibilidades de padecerla.
  • Raza: Los afroamericanos mayores tienen el doble de posibilidades de sufrirla que los de raza blanca.
  • Problemas del sistema coronario: La hipertensión, la dislipemia y ser fumador aumentan el riesgo de demencia si no se tratan adecuadamente.
  • Lesión cerebral traumática: Las lesiones graves en la cabeza o de forma reiterada aumentan el riesgo de padecer demencia.
  • Consumo excesivo de alcohol: Un consumo excesivo de alcohol provoca alteraciones a nivel cerebral, y  está relacionado a un mayor riesgo de demencia.

Prevención de la demencia

Para prevenir y/o evitar el máximo posible la demencia es importante mantener la mente activa, realizar actividad física, mantener el contacto social, dejar de fumar, seguir una dieta equilibrada con alimentos ricos en vitaminas (sobre todo vitamina D), controlar los factores de riesgo cardiovascular y dormir un mínimo de 8 horas a ser posible.

Diagnóstico de la demencia

Para diagnosticar la demencia deben realizarse por parte del médico pruebas de memoria, de atención, de resolución de problemas y otras habilidades cognitivas. Además también deberá hacerse analítica de sangre, exploración física, TAC cerebral y/o resonancia magnética.

Tratamiento

La mayoría de las demencias no tienen cura, pero hay medicamentos que pueden controlar sus síntomas.

También hay varios síntomas de demencia y problemas de comportamiento que pueden ser tratados con tratamientos no farmacológicos como pueden ser la terapia ocupacional, la modificación del entorno para que a la persona le sea más fácil concentrarse y actuar, y/o la simplificación de las tareas, creando rutinas que ayuden a reducir la confusión de estas personas.

¿Qué hacer si se sospecha de una demencia?

En el caso de que se sospeche que un ser querido sufre demencia es importante hablar con él/ella para acudir lo antes posible al médico y que lo evalúen, para así poder tratar lo antes posible la causa de la demencia y evitar si es posible el rápido avance de ésta.

Hay que recordar que es importante escuchar a la persona, tranquilizarla, reconfortarla, apoyarla y sobre todo ayudarla a mantener su dignidad como persona.

 

 

Susana García 

Enfermera Geriátrica

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