Dermatitis Atópica

La dermatitis atópica (eccema) es un trastorno inflamatorio crónico que provoca el enrojecimiento y la picazón de la piel (prurito).

Se trata de una enfermedad que afecta al 10% - 20% de los niños, presentándose los primeros años de vida de estos, y al 5% - 7% de los adultos en España. Estas personas, generalmente tienen asma o alergias estacionales.

La dermatitis atópica es muy sensible a los cambios ambientales, por lo que empeora en otoño y en primavera, apareciendo brotes agudos en las personas que lo padecen. Cuando se produce uno de estos brotes, la piel presenta mucha sequedad, hinchazón, se enrojece, descama y presenta un intenso prurito, haciendo que la persona se rasque de forma continua y produzca lesiones que se pueden infectar.

 

¿Qué factores, a parte de los ambientales, pueden empeorar los síntomas?

  • Alergias al polen, el moho, los ácaros o los animales.
  • Resfriados y aire seco en invierno debido a los radiadores.
  • Gripe
  • Contacto con materiales irritantes y/o químicos.
  • Piel reseca
  • Estrés
  • Sudoración abundante
  • Jabones irritantes y/o perfumes

 

¿Cómo reducir sus síntomas?

Para reducir los síntomas que provoca esta afección se debe:

  • Ventilar correctamente la casa, abriendo ventas unos 10 – 15 minutos al día.
  • Mantener la humedad adecuada en el hogar, utilizando si es necesario humidificadores.
  • Realizar una ducha diaria con agua tibia y jabones adecuados; a la hora de secarse se deben dar pequeños toques con la toalla, sin frotar la piel.
  • Mantener la piel hidratada para evitar la sequedad y descamación. Siempre es mejor hidratarla después de la ducha y con la piel húmeda para que la crema hidratante penetre mejor.
  • Vestirse con tejidos de algodón o hilo, evitando así las prendas sintéticas o de lana.
  • Evitar alfombras y/o moquetas para evitar la aparición de ácaros.

 

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico siempre se hace segun criterios clínicos y, en general, no requiere pruebas complementarias.

Actualmente el diagnóstico y la gravedad la determina el dermatólogo mediante un reconocimiento del paciente.

Si se asocia o se sospecha que coexiste junto a rinitis, conjuntivitis alergica o alergia a algún alimento, se remitirá al paciente al servicio de alergología para que le realicen un estudio.

 

Tratamiento

Actualmente no se ha encontrado cura para la dermatitis atòpica, sin embargo, el dermatólogo puede recetarle un tratamiento farmacológico con corticoides, que se usan para tratar la inflamación durante los brotes y/o fármacos inhibidores de la calcineurina, que son la alternativa a los corticoides tópicos y que deberían ser la elección para las lesiones de la región facial. Además también se puede realizar fototerapia, pero siempre bajo preescripción médica.

 

Lourdes Villanueva

Enfermera Docente

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